Aparte de los idílicos rayos de sol que nos brindan el Verano y la Primavera, estos también nos obsequian con las lluvias. En muchos casos estas no se limitan a simples lluvias, y van acompañadas de grandes tormentas con vientos que provocan daños.
Los propietarios de piscinas deben seguir unos pasos básicos para protegerlas de las tormentas. Es conveniente crear una lista con estos pasos para que cuando se aproxime una tormenta sepamos exactamente que hacer.
1. Guardar todos los accesorios, y mobiliario.
Una de las primeras medidas que hay que tomar es guardar cualquier cosa que no se encuentre atada o sujeta de una manera fija. Cualquier juguete acuático o flotador, puede caerse al agua, o peor aún puede llevárselo el viento. Barbacoas, mobiliario como sillas, o plantas deben guardarse en el garaje u otro lugar a resguardo para que no nos los encontremos nadando en la piscina.
2. Preparar el sistema de filtración
El daño más común que se produce durante una tormenta es en el sistema de filtración, concretamente en las bombas. Si piensas que tu bomba puede quedar sumergida en agua durante la tormenta, anticipate y desconectala del sistema.
Después de desconectar el sistema de filtración y quitar la bomba conviene cortar el suministro eléctrico, para asegurarnos de que no haya ninguna posibilidad de que la electricidad entre en contacto con el agua cuando nuestro sistema de filtración esté sumergido parcial o totalmente.
3. Desconectar todo
En muchas piscinas encontramos diversas lineas de electricidad y gas para el calentamiento, iluminación u otras necesidades de potencia eléctrica que requerimos para el disfrute de la piscina. Antes de la tormenta tenemos que apgar y desconectar todos estos elementos auxiliares. Especial atención merece el gas, con el fin de evitar una posible fuga de gas que supondría un problema grave.
4. Cubrir o no cubrir. Esa es la cuestión.
Algunos piensan que deben cubrir la piscina para mantener el agua fuera del alcance de hojas y demás suciedad que nos traen los fuertes vientos. Sin embargo, a no ser que tengas una cubierta de malla que deje pasar el agua a través de ella libremente, es preferible dejarla destapada.
Las cubiertas de vinilo necesitan una bomba sumergible para quitar el agua de la superficie. Si desconectas o pierdes el suministro eléctrico, esta bomba no funcionara. Esto causará que haya demasiada agua sobre tu cubierta, y puede colapsarse. Cuando esto pasa se puede perder algo más que la cubierta, ya que puede dañar seriamente la piscina.
5. Preparar el agua
Esto no es un mandamiento de obligado cumplimiento cuando te preparas para una tormenta, pero si tienes tiempo de preparar el agua te ahorrarás futuros dolores de cabeza cuando pase la tormenta.
Dedica unos minutos a equilibrar el agua correctamente y a añadirle algicida a modo preventivo. Esto ayudará a combatir a los muchos contaminantes orgánicos que traerá el agua de lluvia, y hará mucho más sencillo el limpiar la piscina y dejarla lista después de que la tormenta se haya ido.
6. Bajar el nivel pero no en exceso
Muchos propietarios de piscinas creen que si desaguan sus piscinas pueden reducir el riesgo de desbordamiento, y por lo tanto de que ese agua inunde su casa. ¿Tiene sentido esto? No mucho. Una piscina correctamente construida lleva rebosaderos preparados para drenar el exceso de agua.
Es correcto si quieres minimizar la cantidad de agua drenada durante la tormenta. Si tienes tiempo, vacía la piscina unos 30 cm. Si la vacías más, la presión hidrostática generada por las tormentas puede ser demasiado fuerte para la piscina y puede movernos el casco.
7. Considera un seguro contra inundaciones
Si vives en una zona propensa a las inundaciones, deberías considerar el tener un seguro contra estas para asegurar tu propiedad. Una simple póliza contra inundaciones te protegerá sobre la acción de una cantidad de agua inesperada que destroce tu casa, posesiones, y también tu piscina.